El Ayuntamiento de Barcelona, a través de su empresa pública BCASA, está desplegando un sistema inteligente de análisis de la red de saneamiento de la ciudad. El proyecto, desarrollado por BGEO en código abierto, permite la recogida de datos automática y la toma de decisiones relativa al mantenimiento y la limpieza de toda la red.

¿Con qué frecuencia se debe limpiar la red de alcantarillado de Barcelona? ¿Cuáles son los puntos más críticos? ¿Dónde se deben priorizar las inversiones en mantenimiento? ¿Hasta qué punto se pueden optimizar los recursos públicos en la gestión del saneamiento?

Para poder dar respuesta a estas preguntas, el Ayuntamiento de Barcelona en el año 2015 incorporó a la licitación del concurso de mantenimiento del alcantarillado la necesidad de desarrollar una herramienta tecnológica que permitiera conocer con exactitud y de forma automática el estado de la red. De este modo, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la empresa a la que se adjudicó el servicio, y bajo la supervisión de BCASA, encargó a BGEO el proyecto que en su primera fase ya es una realidad.

El sistema recibe vía servicio web cientos de datos diarios recogidos por los técnicos de FCC sobre el estado de la red y de los sedimentos depositados en el alcantarillado. Una vez los datos han sido recibidos a BCASA, se procesa esta información mediante unos algoritmos desarrollados por BGEO y personal de la Universidad Politècnica de Catalunya (UPC) y utiliza el resultado para priorizar las limpiezas y los trabajos de mantenimiento de la red y para coordinar las inspecciones.

El proyecto aún adquirirá más relevancia una vez se acumulen datos anuales del estado de la red y se empiecen a cruzar con información relativa a la climatología, las incidencias, las quejas ciudadanas o cualquier otro parámetro relacionado. Todo ello permitirá una mejor planificación y optimización de los recursos públicos.

Se da la circunstancia de que este es uno de los primeros proyectos impulsados ​​por BCASA hechos en código abierto. Esta apuesta se ha traducido en una optimización de los costes, en un sistema totalmente adaptado para atender las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona y en una transparencia absoluta en la gestión y en los datos recogidos.